El hallazgo de un cráneo de 1,8 millones de años en Dmanisi, Georgia, lleva a un grupo de investigadores a sugerir que todas las primeras especies del género Homo fueron la misma
El hallazgo de un extraño cráneo de 1,8 millones de años de antigüedad en Dmanisi, Georgia, puede transformar profundamente lo que creíamos saber sobre la evolución humana. Estos restos espectaculares, conocidos como Cráneo 5, se distinguen por combinar una pequeña caja craneal con grandes dientes y una mandíbula prominente, alargada y simiesca, rasgos que hasta ahora nunca habían sido observados juntos en un hombre primitivo. Además, no están solos. Junto a ellos han aparecidofósiles de otros cuatro individuos, supuestamente de la misma época, con características diferentes. Según sus descubridores, un equipo de paleontólogos de Georgia, Suiza, Israel y EE.UU., el conjunto indica que los libros de texto están equivocados, y que todos los primeros miembros de nuestro género Homo -bautizados como Homo habilis, Homo rudolfensis y Homo erectus, entre otros- pertenecían en realidad a una misma especie que salió de África. Sus diferencias solo eran de apariencia externa, igual que los seres humanos contemporáneos podemos tener un aspecto bastante distinto unos de otros... y todos somos sapiens. Las atrevidas conclusiones del trabajo, que la revista«Science» destaca en portada, no están exentas de polémica.
El fantástico Cráneo 5, el más completo jamás encontrado de un antiguo homo, es en sí mismo todo un enigma. Tiene una composición tan rara y única que «si hubiéramos encontrado la caja craneal y la cara separadas en diferentes lugares de África, los podríamos haber atribuido a diferentes especies», apunta Christoph Zollikofer, del Instituto y Museo de Antropología de Zúrich (Suiza), coautor del estudio. Para su colega Ian Tattersall, del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, se trata de un «fósil icónico, uno de los más importantes jamás descubiertos».
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