El hallazgo de estos detectores en los insectos puede permitir el desarrollo de mejores repelentes para combatirlos en todo el mundo
Cada vez que un mosquito es atraído por el olor de su piel y le propina un picotazo, usted está en riesgo de contraer la malaria, el dengue, el virus del Nilo Occidental u otra enfermedad mortal. Que no le parezca algo exagerado, todo depende del lugar del mundo en el que se encuentre. Científicos de la Universidad de California Riverside pueden haber dado un importante paso en la batalla contra esta plaga. Su investigación, publicada en la revista Cell, ha revelado las neuronas responsables de la atracción de un mosquito por el olor de la piel humana. Los hallazgos podrían conducir a una nueva generación de repelentes para el control eficaz de los mosquitos en todo el mundo, especialmente en aquellos países de África, Asia, y América del Sur donde pueden suponer la muerte de sus víctimas.
Los mosquitos se sienten atraídos por el olor de nuestra piel, así como por las columnas de dióxido de carbono que exhalamos. En estudios anteriores, los científicos encontraron que estos insectos tienen células olfativas llamadas neuronas CPA, que son responsables de la detección de dióxido de carbono. Pero hasta ahora, la identidad de las neuronas necesarias para la atracción del olor de la piel eran un misterio.
En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron que las neuronas CPA sensibles al dióxido de carbono también son sensibles detectores de olores de la piel humana. Este conocimiento simplifica el reto de bloquear el sistema de detección de los mosquitos, ya que solo hay una clase de neuronas para eliminar los dos focos de atracción. A la luz de esta investigación, el desarrollo de fármacos para inhibir los receptores también podría ser mucho más simple, ya que la molécula de la superficie celular que detecta el CO2 es una estructura relativamente estable, mientras que las moléculas de olor pueden tomar una variedad casi infinita de estructuras moleculares. La atracción de los mosquitos al olor de los pies humanos (una de sus irresistibles tentaciones junto a la ropa aún caliente o la ropa de cama) disminuyó fuertemente cuando los insectos fueron expuestos a un compuesto que inhibe la actividad de estas neuronas apuntando al receptor de CO2 .
Luego, los investigadores examinaron cerca de medio millón compuestos e identificaron varios que inhiben y activan las neuronas clave. Estos compuestos podrían utilizarse de manera complementaria en repelentes seguros y respetuosos con el medio ambiente para evitar que los mosquitos transmitan enfermedades mortales. «Estos resultados abren posibilidades muy realistas para desarrollar formas de utilizar olores simples, naturales, asequibles y agradables para evitar que los mosquitos encuentren a los seres humanos», dice el autor principal del estudio, Anandasankar Ray.
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